Ingredientes

Miso: sabor umami y tradición

Miso: el tesoro culinario de Japón que transformará tus platos con su sabor único.

Plato con receta japonesa de sopa de miso

Descubre el secreto japonés para potenciar tus platos con sabor Umami.

En esta ocasión, en Recetas Nestlé® exploraremos uno de los ingredientes más fascinantes y versátiles de la cocina japonesa: el miso. Esta receta ha viajado cientos de kilómetros hasta llegar a nuestro continente, ganando popularidad en la región y otras partes del mundo debido a su profundo sabor umami y sus diversas aplicaciones en recetas.  

Te invitamos a que sigas leyendo y conozcas más sobre esta receta, ya seas un cocinero principiante, experimentado o un comensal exigente y curioso que ama probar y descubrir nuevos ingredientes y sabores, el miso es un elemento que merece ser descubierto y disfrutado en la cocina.  

 

¿QUÉ ES EL MISO? 

Según describe el Diccionario Gastronómico Larousse, el miso es una pasta de soya fermentada, espesa y aromática, hecha con gérmenes de soya cocidos, a veces mezclada con otros cereales como el arroz, trigo o la cebada. Esta pasta varía en sabor desde dulce hasta salado y terroso, y en color desde amarillo claro hasta pardo oscuro. Cuanto más claro sea, más suave será su sabor. Dependiendo de la mezcla de cereales y el grado de fermentación, se obtiene un miso con un color y sabor particular, convirtiéndose así en un ingrediente fundamental en la cocina japonesa.

Granos de soya para hacer miso 

La diversidad de estilos de miso disponibles en el mercado ofrece una amplia gama de sabores, pero todos comparten una característica distintiva: el sabor umami. Esta cualidad hace que el miso sea un ingrediente increíblemente versátil en la cocina, ya que puede utilizarse para realzar el sabor de una variedad de platos, desde la sopa que lleva su nombre hasta para añadir sabor al arroz, pescado, carnes o en aderezos para ensaladas, y más allá.  

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HISTORIA Y CULTURA DEL MISO 

El miso, un condimento fundamental en la cocina japonesa tiene una historia rica y fascinante que se remonta a más de 1.000 años atrás. Se cree que su origen se encuentra en China, donde alrededor del siglo VII d.C se fermentaba una pasta similar hecha de soya y cereales. Más tarde la técnica llegó a Japón, introducido por monjes budistas que buscaban formas de preservar alimentos durante los duros inviernos. A medida que la técnica se perfeccionaba y se adaptaba a los gustos locales, el miso se convirtió en un elemento básico en la cocina japonesa, utilizado en una variedad de platos de van desde sopas hasta aderezos y marinadas.  

En la cultura japonesa, el miso ocupa un lugar destacado no solo en la mesa, sino también en la vida diaria de las personas. Se valora por su sabor único y versátil, que agrega profundidad y complejidad a las comidas. Además, el miso se asocia con momentos de reunión familiar y celebraciones culinarias, donde se comparten recetas tradicionales y se transmiten de generación tras generación. Su presencia en la dieta japonesa refleja el profundo respeto por la tradición y la conexión con la naturaleza, ya que los ingredientes básicos del miso, como la soya y los cereales, son cultivados y cosechados localmente. En resumen, el miso no solo es un condimento delicioso, sino también un símbolo de la rica herencia culinaria y cultural de Japón.  

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¿CÓMO SE HACE EL MISO? 

Aquellos que se aventuran a hacer miso casero afirman que es un proceso que requiere atención al detalle y paciencia, pero que al mismo tiempo es gratificante en su simplicidad. La receta básica consiste en remojar y cocer la soya, luego triturarla con sal y el koji-kin, un hongo específico utilizado en la fermentación. La proporción de sal suele ser alrededor del 12% del peso total de la mezcla. Una vez combinados los ingredientes, la mezcla se deja fermentar durante al menos seis meses para desarrollar su característico sabor y aroma.

Receta con miso

Los seguidores de la receta tradicional recomiendan realizar la elaboración del miso en invierno, cuando las condiciones son óptimas para la fermentación. Es importante trabajar con la soya caliente pero no demasiado, lo que ayuda a activar el proceso de fermentación de manera efectiva. Además, durante la fermentación, se cubre la pasta con sal y se utiliza barriles de cedro, lo que contribuye a mejorar el sabor y la calidad final del miso. Este proceso artesanal, lleno de matices y cuidado, es clave para obtener un miso de alta calidad que realce el sabor de una variedad de platos en la cocina japonesa.  

 

EXPLORA LOS TIPOS DE MISO 

Sumergirse en el mundo del miso es explorar una paleta de sabores tan rica como variada. Más allá de sus características conocidas, como su sabor y textura, es posible que no sepas que existen diferentes tipos de miso, cada uno ofreciendo una experiencia culinaria única y fascinante. A continuación, te presentamos los tipos más comunes de miso y sus características.  

  • Miso Blanco (Shiro) 

Conocido por su dulzura y suavidad, el miso blanco se elabora principalmente con arroz koji. Es ideal para platos suaves y delicados, y se utiliza comúnmente en aderezos para ensaladas y marinadas. Su sabor sutil lo hace perfecto para aquellos que buscan un toque de dulzura en sus recetas. 

  • Miso Amarillo (Shinsu) 

Este tipo de miso es un todoterreno en la cocina, con un sabor ligeramente más intenso que el miso blanco debido a su mayor tiempo de fermentación. Es versátil y se puede utilizar en una amplia variedad de platos, desde sopas hasta adobos y salsas. Su equilibrio de dulzura y profundidad de sabor lo convierte en una opción popular entre los chefs y aficionados a la cocina.  

  • Miso Rojo o Marrón (Aka) 

Evidentemente se diferencia de los demás por su color más oscuro y su sabor más robusto, el miso rojo o marrón es perfecto para sopas y guisos que requieren un toque de profundidad y calidez. Sin embargo, su intensidad puede opacar otros sabores si se usa en exceso, por lo que se recomienda utilizar con moderación para no abrumar los platos.

Recipiente con tipo de miso rojo o marrón
  • Miso Hatcho 

Este miso se elabora a partir de habas de soya y se envejece en barricas de madera durante varios años, lo que le confiere un sabor complejo y profundo. Su color intenso y su riqueza lo convierten en una opción popular para sopas y estofados, y muchos lo prefieren incluso como base para bebidas durante los meses más fríos.  

 

USOS CULINARIOS DEL MISO 

El miso, con su perfil de sabor único y versátil, ofrece una amplia gama de opciones culinarias para explorar y experimentar.  

  • Sopa de miso 

La sopa de miso es un clásico de la cocina japonesa, generalmente servida con tofu blando y cebollín. Pero también se puede disfrutar simplemente mezclando una cucharadita de miso en tu receta de sopa favorita para potenciar su sabor, puede ser en una sopa de verduras, pescado o de pollo.  

  • Adobos y marinadas 

El miso es un excelente ingrediente para adobos y marinadas, ya que su sabor profundo y salado realza el sabor de carnes, aves, pescados y vegetales. Simplemente mezcla el miso con otros condimentos y especias de su elección para crear adobos exquisitos y marinadas más aromáticas.  

  • Otros usos creativos 

El miso también nos brinda la opción de explorar formas menos convencionales, como en sándwiches, pesto, pastas o pizzas. Todo se trata de dejar volar nuestra creatividad en la cocina.  

En conclusión, el miso es un ingrediente versátil y apasionante que agrega profundidad y sabor a una amplia variedad de platos. Desde su origen en la antigua cocina japonesa hasta su presencia en recetas contemporáneas, el miso continúa deleitando a los paladares de los amantes de la gastronomía. Para descubrir más recetas inspiradoras, te invitamos a visitar Recetas Nestlé y llevar los sabores del mundo directamente a tu mesa. ¡Explora, cocina y disfruta! 

 

 

FUENTES: 

https://laroussecocina.mx/palabra/miso/