Tipos de acelgas: Todo lo que necesitas saber para usarlas en la cocina.
Cuando pensamos en hojas verdes, muchas veces nos limitamos a la lechuga y la espinaca, pero el mundo de estos vegetales es mucho más amplio de lo que imaginamos. A menudo pasamos por alto la variedad de colores, sabores y texturas que existen, sin saber que cada tipo de hoja tiene su propia personalidad en la cocina. La acelga es uno de esos ingredientes que, aunque siempre está presente en el mercado, rara vez nos detenemos a conocer a fondo.
Acompáñanos y con Recetas Nestlé® descubre los distintos tipos de acelga y cómo puedes integrarlas de forma deliciosa en tu repertorio culinario.
HISTORIA Y ORIGEN DE LA ACELGA
Cuando hablamos de acelga, estamos mencionando a una de las hortalizas con más historia en la cocina mediterránea. Originaria de las regiones de Europa y el norte de África, esta hoja verde ha sido cultivada desde el siglo I d.C. por griegos, romanos y árabes, quienes no solo la valoraban por su sabor, sino también por sus propiedades. Aunque en el ámbito mundial la acelga ha pasado desapercibida durante mucho tiempo, hoy forma parte de la gastronomía en países como Italia, Francia y Estados Unidos.
Lo que muchos desconocen es que existen diferentes variedades de acelga, que se distinguen por color de sus tallos y hojas. Algunas son de tonos amarillos o verdes intensos, y otras, como la acelga roja, aportan un toque vibrante a los platillos. Ya sea en sopas, guisos o ensaladas, cada tipo de acelga tiene su lugar en la cocina.
PRINCIPALES TIPOS DE ACELGAS
Etiqueta p: La acelga no es solo una hoja verde más en el mercado. Su diversidad de colores, formas y texturas la convierte en una hortaliza versátil que puede darle vida a cualquier plato, cada tipo de acelga ofrece algo único en la cocina. Conocer sus diferencias no solo te permitirá aprovecharlas mejor, sino también añadirles color y sabor a tus recetas. A continuación, te contamos cuáles son las principales variedades de acelga y cómo integrarlas en tu menú.
Acelga verde común
Esta es la variedad que todos conocemos, la clásica de toda la vida. La acelga verde común tiene hojas grandes, lisas o con un leve rizado, de un tono verde intenso y brillante. Sus tallos, gruesos y de color blanco, aportan cuerpo y textura a cualquier plato. Al cocinarla, las hojas se vuelven tiernas y jugosas, perfectas para guisos, sopas o salteados sencillos.
Acelga roja
La acelga roja o también llamada ruibarbo, se distingue por sus hojas de color verde oscuro con nervaduras rojizas y tallos que van del rojo vibrante al rosado. Su textura es más firme que la de la acelga verde y su sabor tiene un matiz terroso que la hace ideal para ensaladas, salteados o arroces, aportando no solo sabor sino también un toque de color a los platos.
Acelga amarilla o dorada
Con hojas grandes y tallos de un amarillo brillante, la acelga amarilla destaca en cualquier preparación. Su textura es similar a la acelga verde, pero con un sabor más delicado y ligeramente dulce. Al cocinarla, mantiene su color intenso, lo que la convierte en una excelente opción para gratinados, risottos o platos al vapor que buscan tener un toque visual atractivo.
Acelga arcoíris
La acelga arcoíris es una mezcla atractiva de acelgas con tallos de distintos colores, que van desde el amarillo y el naranja hasta el rojo y el rosa. Las hojas, de un verde profundo, pueden ser lisas o rizadas, aportando diferentes texturas en una misma preparación. Esta variedad es ideal para ensaladas tibias, guarniciones o tempuras, donde cada color resalta y transforma el plato en una experiencia colorida y deliciosa.
Acelga forrajera:
Esta variedad de acelga es silvestre, con un sabor más intenso, sus hojas más pequeñas y de un verde oscuro, con tallos delgados que le dan una apariencia rústica. Su textura es más firme y su sabor más pronunciado, lo que la hace perfecta para guisos, estofados o purés donde se buscan sabores profundos y terrosos.
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TIPS Y CONSEJOS PARA COCINAR CON LOS TIPOS DE ACELGAS
La acelga es un ingrediente común y sencillo de emplear, pero sacarle el máximo provecho requiere atención a ciertos detalles desde la compra hasta su preparación. Aquí te compartimos algunos consejos que te ayudarán a manejarla como todo un profesional en la cocina:
Cómo elegir la mejor acelga:
Cuando estés en el mercado, busca acelgas con hojas firmes, coloridas y sin manchas. Los tallos deben ser crujientes y de color brillante. Evita aquellas con hojas marchitas o con bordes amarillentos, ya que esto indica que están pasadas o mal conservadas. Si el tallo se quiebra fácilmente al doblarlo, la acelga está en su punto óptimo de frescura.

Limpieza adecuada:
La acelga tiende a acumular tierra en la base del tallo y entre las hojas, por lo que una buena limpieza es esencial.
Paso 1: Separa las hojas del tallo si vas a utilizar ambas partes por separado.
Paso 2: Llena un recipiente grande con agua fría y sumerge las hojas, removiéndolas suavemente con las manos. Deja reposar unos minutos para que la tierra se asiente en el fondo.
Paso 3: Retira las hojas con cuidado y enjuágalas bajo el chorro de agua fría. Repite si es necesario.
Paso 4: Para los tallos, frota suavemente con un cepillo o esponja para eliminar cualquier residuo de tierra.
Si vas a usar las acelgas en crudo para ensaladas, sécalas con un centrifugador de lechugas o con papel de cocina para evitar que el exceso de agua arruine el plato.
Conservación y almacenamiento:
Las acelgas frescas son delicadas y tienden a marchitarse rápidamente, pero con los cuidados adecuados puedes prolongar su vida útil.
En el refrigerador: Envuelve las acelgas en un paño húmedo o colócalas en una bolsa de plástico perforada. Así se mantendrá fresca hasta 5 días.
En agua: Si planeas usarlas pronto, puedes sumergir los tallos en un vaso con agua (como si fueran flores) y cubrir las hojas con una bolsa, lo que las mantendrá crujientes por más tiempo.
Congelación: Para congelar acelgas, blanquéalas durante 2 minutos en agua hirviendo, luego pásalas rápidamente a un baño de agua con hielo. Escúrrelas bien y guárdalas en bolsas herméticas. Se conservan hasta 3 meses sin perder sus propiedades. Como recomendación, corta las hojas en tiras o los tallos en trozos. Esto facilita su uso director desde el congelador.
La acelga es una hortaliza práctica y versátil que puede darle un toque diferente a tus platos. Conocer sus variedades y cómo prepararlas te permitirá sacarle más provecho en la cocina. Ahora que tienes los consejos y tips necesarios, intégrala en tus recetas y aprovecha todo lo que puede aportar a tus comidas diarias.
FUENTES:
https://www.elhuertourbano.net/variedades-de-acelga/
https://www.gob.mx/agricultura/articulos/acelga-una-hortaliza-muy-nutritiva
https://www.mapa.gob.es/app/materialvegetal/fichamaterialvegetal.aspx?idficha=2531